Jerusalem es considerada una de las ciudades más bellas del mundo. Por eso es casi imposible descubrir sus preciosidades con una visita rápida. Jerusalén necesita su tiempo por que cada rincón oculta un misterio, algo historico o un simbolo de algo. Nada está allí por casualidad.
Situada en las altas colinas judías, Jerusalén, la capital de Israel se divide en 3 secciones: la Ciudad Antigua, en el casco historico, la Ciudad Nueva (Jerusalén del oeste) y Jerusalén del este. La Ciudad Antigua está rodeada de murallas y contiene los barrios árabe, judíos, cristianos y armenios. Sus callejuelas están caracterizadas por rastros de antiguedades, artesanía y comida típica.
La muralla occidental es la única parte que todavía se puede admirar, y constituye parte del muro que soporta al Segundo Templo. Representa uno de los lugares más sagrados del judaismo. A su alrededor, el parque más amplio de Jerusalén.
Jerusalén, de todas formas, no es sólo un viaje en la historia, sino que también una ciudad moderna y dinámica, con centros comerciales y mucha vida cultural: música, teatros, museos son solos algunas de las ofertas de la ciudad. Bares, restaurantes, y discotecas crean un ambiente unico que los turistas no podrán olvidar, especialmente en los barrios más antiguos que ahora son objetos de remodelación.
Lo que sorprende es la mezcla de culturas y costumbres que enriquecen Jerusalén de un aire especial. Judíos, arabes, religiosos o ateos, rabinos o curas, estudiantes, diplomaticos y turistas, empleados del gobierno o chicas en mini falda son sólo algunas de las caras de esta ciudad multicultural llamada “la Ciudad de Oro”